sábado, 3 de septiembre de 2011

Perfección

Ayer, mientras paseaba por la ciudad con mi perro, me crucé con un hombre muy atractivo. Según nos acercábamos a él pude darme cuenta, que lo que de lejos prometía ser magnífico de cerca era impresionante. Con una hábil  maniobra conseguí que mi perro se acercara a él. Se agachó para acariciarlo con su perfecta mano de Adonis y levantando la vista, clavó sus increíbles ojos topacio en los míos, mientras una voz varonil y seductora me preguntaba:
 - ¡Qué perrito más guapo,... ¿de qué marca es...?
  - "Es un Ferrari, no te jode..."- pensé mientras la sonrisa se congelaba en mi cara.

Si ya me lo decía mi madre: 
"El hombre perfecto no existe..."

viernes, 20 de mayo de 2011

Cuentos VII





Mientras Ricitos de Oro
saciaba su apetito,
aquellos Tres  Grandes Osos
a duras penas lograban


 reprimir el suyo...



martes, 10 de mayo de 2011

Amor imposible

- "Le hubiera dado la vida, pero mi vida no me pertenecía" - me contaba sentado en un banco - "La quise tanto,... pero ambos teníamos ataduras y eramos tan cobardes... Debí luchar por aquel amor. Porque ella siempre estuvo en mi mente. Nunca pude olvidarla. Y ahora es demasiado tarde..."

Limpié sus lágrimas con la yema de mi pulgar.
- "Tenemos que ir al funeral. No quiero fallarla... otra vez".

Se levantó con paso inseguro. Estaba roto por dentro. Nunca lo había visto así.
- "No pienses mal de mí, Carla. Yo quería a tu abuela..."
 - "Lo se, abuelito."
 - "Pero me enamoré...
de su hermana. . ."

domingo, 1 de mayo de 2011

Desierto

Y tus manos recorrían mis valles,
y tus labios escalaban mis dunas;
encontrando mis lugares secretos,
aquellos que ocultaban
 la fuente de la vida.
Eras tú el líquido poderoso que hacía de mi desierto  
un vergel...


¿Dónde estás...?

(A esa amiga que sufre...)

sábado, 23 de abril de 2011

Libertad

- "Déjame en paz" - le gritaba. Pero ella nunca le hizo caso. La seguía allá donde fuera, hiciese lo que hiciera.
Intentó darle esquinazo pero nunca lo consiguió. Pasaron los años, y después de un tiempo en su cabeza acabó alojandose en su corazón. Era una huesped desagradable.
Hasta que aquel día tomó una decisión. Acabaría con ella.
La encontraron sin vida, con un cuchillo clavado en el pecho.
Sonreía.
Por fin se había librado de ella.

Hasta nunca, tristeza.

jueves, 14 de abril de 2011

No desaparezcas, recuerdo

 Tenían colgada aquella fotografía, en la pared del dormitorio de la Residencia donde vivían hacía un tiempo. Cada mañana al despertar, era lo primero que veían. Si  los dos recordaban, se miraban a los ojos y mantenían una conversación parecida a ésta:
 - ¿Desde cuándo nos conocemos?
- Desde siempre.
- ¿Hasta cuándo estaremos juntos?
- Hasta siempre.
- ¿Me recordarás mañana?
- No lo sé... ¿Y tú a mí?
Entonces se abrazaban. Y disfrutaban de esos pequeños encuentros que aquella enfermedad aún les brindaba. Llegaría el día en que aquella fotografía no les dijera nada a ninguno de los dos. Pero hasta entonces, no permitirían que el Alzheimer
les separara...

jueves, 7 de abril de 2011

Ruptura

Miradas esquivas...

La pregunta de una amiga:
 - ¿Qué os pasa a vosotros dos?           
-  Nada. Básicamente una diferencia de opinión.
- ¿De... opinión?
- Así es. Yo pienso - dice ella, mirándolo de reojo - que lo que está muerto, “Descanse en paz”. Él sin embargo tiene complejo de doctor Frankestein…
- Y, ¿qué complejo es ese?
- Querer darle vida...
a lo que nunca la tuvo...

martes, 29 de marzo de 2011

Cuentos IV





-  Todas las noches lo mismo.
¡Sé que solo finges dormir...! Vamos, abre los ojos...


Le suplicaba cada día el Príncipe,
a su inaccesible
Bella 
Durmiente.


miércoles, 23 de marzo de 2011

Separados


- Mami, ¿tú me quieres?
- Mucho, corazón.
- Entonces, ¿puedes explicarme otra vez porqué no podemos vivir juntos?
- Por supuesto tesoro - respondió la mamá cangrejo,
mientras  se arrastraba lentamente por el 
fondo oceánico...

miércoles, 16 de marzo de 2011

Braille


Era un chico muy guapo.
Frente ancha, nariz recta, labios gruesos y sensuales.

Pero había algo en él... Nunca me miraba directamente. Tenía ojos esquivos.

Y siempre me resultó extraña la forma que tenía de leer mi piel

con las yemas de los dedos...