Llegó una tarde de invierno. Ella ya no creía en Él, pero aun así puso su mundo del revés. Durante un tiempo vivió en una nube. Disfrutó de lo que otros disfrutaban, volvió a creer en lo que antes creía...
Después se marchó... dejando su vida patas arriba.
Pero nunca se arrepintió de nada. Había tenido que esperar toda una vida pero al fin lo había conocido...
Bienvenido seas, Amor. . .
"Es mejor querer y después perder,
que nunca haber querido..."