se que tus ojos,
pequeñas ventanas que me adentran en tu alma desnuda,
no pueden mentirme.
Eres demasiado transparente
demasiado pueril...
Y cuando cae la noche
recojo mis cosas y huyo...
No puedo soportar lo que leo en tu mirada.
No puedo soportar
que ya no me quieras. . .