sábado, 3 de septiembre de 2011

Perfección

Ayer, mientras paseaba por la ciudad con mi perro, me crucé con un hombre muy atractivo. Según nos acercábamos a él pude darme cuenta, que lo que de lejos prometía ser magnífico de cerca era impresionante. Con una hábil  maniobra conseguí que mi perro se acercara a él. Se agachó para acariciarlo con su perfecta mano de Adonis y levantando la vista, clavó sus increíbles ojos topacio en los míos, mientras una voz varonil y seductora me preguntaba:
 - ¡Qué perrito más guapo,... ¿de qué marca es...?
  - "Es un Ferrari, no te jode..."- pensé mientras la sonrisa se congelaba en mi cara.

Si ya me lo decía mi madre: 
"El hombre perfecto no existe..."