sábado, 23 de abril de 2011

Libertad

- "Déjame en paz" - le gritaba. Pero ella nunca le hizo caso. La seguía allá donde fuera, hiciese lo que hiciera.
Intentó darle esquinazo pero nunca lo consiguió. Pasaron los años, y después de un tiempo en su cabeza acabó alojandose en su corazón. Era una huesped desagradable.
Hasta que aquel día tomó una decisión. Acabaría con ella.
La encontraron sin vida, con un cuchillo clavado en el pecho.
Sonreía.
Por fin se había librado de ella.

Hasta nunca, tristeza.

5 comentarios:

Pandora dijo...

Una solución drástica, pero a veces es necesario un corte tajante. Los sentimientos se aferran a nosotros y no siempre se puede huir de ellos cuando queremos. No siempre tenemos fuerza para deshacernos de lo que sentimos.

Que suerte cuando todo cambia y la vida nos brinda la oportunidad de sentir cosas ...otra vez.

Mar dijo...

Cada cual entiende la libertad a su manera. Unos se sienten libres cuando pueden prescindir de sentimientos que en ciertos momentos le hacen daño. Otros darían su vida por sentir "algo"... sea lo que sea.

Librarnos de sentimientos negativos siempre resulta positivo, pero utilizar para ello un cuchillo... es un poco extremo, ja, ja.

Bett dijo...

A veces he pensado que si pudiera arrancarme el corazón y guardarlo en una cajita me sentiría libre.
Pero, ¿quién quiere ser libre cuando no puede sentir nada?

Todo es tan complicado...

Sandy dijo...

Cuantas veces no hemos pasado por momentos difíciles de tristeza,o de ira, y podemos actuar de distintas formas.
Sin lugar a dudas, a lo largo de nuestra vida hemos aprendido, mejor dicho, aprendemos día a día a sobreponernos y seguir adelante, pero tal vez haga falta aprender a vivir las emociones, y así llegaremos a la maduración personal.

Mar dijo...

Bett, nadie puede vivir sin corazón. (Te lo aseguro, conozco gente que lo ha intentado...)

Sandy, hay emociones difíciles de sobrellevar. Son dolorosas, y a veces no somos lo suficientemente fuertes. Pero el paso del tiempo acaba curándolo... casi todo.