- Y como dice mi Manué, “Qué buena estás. No podría vivir sin tu cuerpo". Y yo ya le he dicho, “Me quedan dos telediarios. El mejor día me voy p´a no volver”. Pero él sonríe con lascivia. Y yo sé lo que está pensando. Éste es capaz de desenterrarme de vez en cuando p´a hacerme el amor. Pero no se imagina que yo le leo los pensamientos... Y se va a llevar un chasco. Pienso dejar escrito
que me incineren…
4 comentarios:
Ja, ja, ja... buen chasco se va a dar al pobre Manué! Lo mejor para los lacivos es ¡..la hoguera!
¡Quemado el perro se acabó la rabia!
Bueno, supongo que a más de una le gustaría tener un Manué en su vida.
Un Manué que no vea tus defectos, ni tus arrugas, ni tus canas.
Un Manué que te diga que eres tan bonita por dentro, que se había olvidado de lo bonita que eras por fuera.
Un Manué a quien no le importe si eres bonita por fuera.
Un Manué que te quiera tal y como seas, en cualquier momento del espacio y del tiempo...
En algunos casos ni quemando el perro pandora.
Mar; todas deseamos un Manué.
No existe una medida justa para amar, pero si la perfecta que es amar sin medida, aunque en ocasiones nos gustaría mandarlo hacer puñetas.
Pero el amor es el único sentimiento capaz de cambiarnos,(que me lo digan a mí).
Piensa, que encontrar un ser entre tantos millones capaz de darte lo que necesitas a la vez que tú eres capaz de dárselo a él, es casi un milagro.
Sandy, cuando sucede un milagro, nunca hay que cuestionarlo... Hay que disfrutarlo.
Y debemos de aceptar que ni siquiera un milagro puede ser del todo perfecto.
Además, la perfección es un mito. No existe.
(Gracias a dios,... porque tiene que ser de un aburrido...)
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