lunes, 3 de enero de 2011

Despedida


Y nos besamos como si nos fuera la vida en ello.
Y nuestros labios se buscaron desesperados
intentando entregar en unos pocos segundos
una vida entera de sentimientos...

Y luego subiste al tren.

Y te  marchaste. . .

2 comentarios:

Pandora dijo...

El amargo sabor de las despedidas...
amargo y especial al mismo tiempo. Cuando sabemos que hacemos algo por última vez la fuerza de los sentimientos se triplica.

Mar dijo...

Es injusto tener que despedirse de quien se ama.